De acuerdo con las consultas de LA GACETA Rural a productores tucumanos, las heladas ocurridas entre junio y los primeros días de este mes causaron una multiplicidad de daños en los cultivos, sobre todo en aquellos que en el momento fenológico que se encontraban eran muy sensibles a esas bajas temperaturas.
Los cultivos de caña, plantaciones de cítricos y arándanos y hortícolas en general sintieron los efectos de las heladas, principalmente los que no disponían de sistema activo de control de heladas.
Los daños se dieron tanto en follaje y frutos de plantas de limón, flores y frutas recién cuajadas de arándanos, y en follaje y canutos de los cañaverales de diferentes regiones de la provincia.
Los productores de arándanos que disponían en general de un sistema de control de heladas con riego no sufrieron daños, pero los equipos estuvieron prendidos durante toda la noche y varias horas en la mañana, hasta que la temperatura subió por arriba de 0ºC.
Los daños en las plantas de limones de zonas como La Cruz, La Falda y otras zonas del pedemonte tucumano también se afectaron por lo prolongado de las heladas y ya se pueden ver los resultados en los recorridos en las plantaciones afectadas, para evaluar los daños.
Hubo una importante disminución de los pedidos de los servicios de inspectores de empaque por parte de las empacadoras, lo que demuestra que el frío hizo sentir sus efectos.
Las firmas esperan los resultados de las evaluaciones y que aparezcan los daños en frutas, para poder trabajar con tranquilidad en los envíos al exterior, adelantó el Coordinador Regional de Protección Vegetal del Senasa NOA-Sur, Rafael Rodríguez Prados.
"Sabemos que las helada afectaron una gran cantidad de fruta que estaba lista para ser cosechada, pero las evaluaciones de pérdidas todavía no las conocemos y no hay dudas de que la magnitud de las mismas puede ser importante", señaló el funcionario del Senasa.